Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.
Julio Cortázar


10.5.12

Sesiones


SESIONES


Sesión 1
—…nunca tuve hermanos y desde siempre he vivido en una casa que, recordándola desde mi perspectiva de niño, era muy grande para mí. Por lo menos en esas tardes que pasaba solo con mi abuela. Sí, recuerdo esas tardes, o tal vez no. Bueno, en todo caso había tardes, muchas tardes libres. Creo que solo recuerdo las libres… Pero ¿qué tiene que ver todo esto con Johanna?
Sesión 2
—…sí, recuerdo a una niña. Vivía en una casa de la cuadra. La de la esquina. La que tenía ese árbol… bueno, vivía en la esquina. Era hija de alguien… nieta de alguien, una amiga de mi abuela. La llevaban ciertas tardes a mi casa cuando no había quién la cuide. No, no conocía a nadie más de esa familia. Recuerdo a su abuela. O por lo menos recuerdo que recordaba a la abuela. A quien sí recuerdo es a ella. La recuerdo ahora… 
Sesión 3
—…no recuerdo bien que hacíamos. No, al doctor no jugamos nunca. Yo no supe proponérselo y al parecer a ella no le interesaba la medicina. Una pena…
Sesión 4
—…en las tardes… a veces… a veces cortábamos plantas… flores. Sí, cortábamos flores. En casa había esta planta… bueno, una planta que daba unas hojas grandes y las usábamos como platos donde poníamos las flores que cortábamos. Sí, jugábamos a la comidita y no a los doctores... Era rara. Sí, rara. Me recuerda un poco a Johanna…
Sesión 5
—…fue ella la que después se atrevió a usar platos de verdad. Un día dijo que la planta, esa de hojas grandes, se desperdiciaba como plato y que quedaba mejor como… bueno, comenzamos a sacar los platos de la cocina. Rompimos algunos. Ella rompió algunos. Se ponía muy nerviosa conmigo. Yo también me ponía nervioso con ella pero no rompía platos…
Sesión 6
— …me atraía, sí. No recuerdo cuantos años tenía ella ni cuantos tenía yo. No era tan niño. Ella tampoco. Ella menos que yo… no hablábamos mucho…
Sesión 7
— … al octavo o noveno plato roto comencé a robarle besos… no parecía incomodarle…
Sesión 8
—…Inglaterra. Sí, viajaba con la familia. La última tarde que pasamos juntos antes de irse me dijo: Don’t forget. Everybody must give something back for something they get. Escuela bilingüe. Abuela inglesa… yo no entendí que me quería decir con eso. Era rara cuando la conocí, era rara cuando la despedí… ¿Podemos volver con Johanna?
Sesión 9
— …Don’t forget. Everybody must give something back for something they get… ¿es que esa fue su forma de maldecirme…?

8 comentarios:

  1. Yo entiendo esto de sesiones en referencia a las citas con un psicólogo. Por esto me gusta este juego de confusión durante el texto. Creo que el manejo de los puntos suspensivos es correcto en este texto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El cuento aunque a veces fragmentado es muy compacto, mantiene una linea de narración que se relaciona con el final. Las divagaciones que tiene el personaje solo muestra un irresistible deseo de hablar por la chica que conoció en la niñez, pero no nos hace perder de la historia. Me parece muy interesante la forma de utilizar como ancla el "hablar de Lorena" y nos recuerda que esta no es la historia que debe contar pero es la que nos cuenta.

      Eliminar
  2. Las constantes interrupciones, los puntos suspensivos, veo a un hombre sentado y confundido. Un personaje que me resulta tremendamente interesante y que con sus desvaríos me cuenta una historia cuando intenta recordar otra. Los juegos de palabras creo que dan mucha más intensidad y algo que llama mucho la atención. Es una historia que atrapa porque parece una confidencia que se cuenta.

    ResponderEliminar
  3. Bastante buena la técnica esta de la sesion psicoanalista. Sin embargo yo pienso que podrías haber reducido el cuento a unas cinco sesiones. Pese a eso me parece un buen cuento y ese recurso que utilizas el de la frase: "Don’t forget. Everybody must give something back for something they get". Tiene muchisimo peso al final. Saludos

    ResponderEliminar
  4. por cierto cámbiale la fuente a los comentarios. la letra es horrorosa y hace doler los ojos.

    ResponderEliminar
  5. Me gusta el uso en el cuento de las sesiones a un analista, es bastante creativo y leemos una voz que a través de recuerdos va narrando una historia pero, al igual que Byron opino que hasta unas 4 sesiones estaría bien, luego de eso me parece un poco pesado. Me gusta el final y las siempre divagaciones en torno a la frase final.

    ResponderEliminar
  6. y Simón, si puedes cámbiale la letra a la parte de comentario, no se puede apreciar bien lo que se escribe.

    ResponderEliminar
  7. Me gusta la especificación de las "sesiones" porque en seguida nos dirige a un consultorio psicológico y al paciente divagando sobre su realidad. Este es el único cuento que agrega frases en inglés. Es muy notable la ironía dentro de la historia. ME gusta la idea de no jugar al doctor porque a ella no le gusta la medicina. Tu cuento es muy bueno aunque sería mejor reducir las sesiones.

    ResponderEliminar